Por Nuru Lama, responsable global de Residuos y Circularidad de la Corporación Financiera Internacional del Grupo Banco Mundial
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Seamos honestos: la gestión de residuos no es precisamente un tema glamuroso. Por eso, incluso en los debates internacionales sobre el clima y el desarrollo, nunca ha ocupado un lugar destacado en la agenda. Pero si queremos abordar con éxito la crisis mundial del clima, la contaminación y la pérdida de biodiversidad, no nos queda más que hablar más de residuos y ser más eficientes, a escala mundial y local.
Los residuos son responsables de un [Por favor inicie sesión o regístrese para ver este enlace] de las emisiones mundiales de metano relacionadas con la actividad humana. Estas emisiones, con un potencial de calentamiento [Por favor inicie sesión o regístrese para ver este enlace] , seguirán causando estragos medioambientales y económicos si no se controlan, haciendo casi imposible alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
El panorama es bastante sombrío. Con el aumento de la urbanización, la rápida industrialización y el consumo cada vez mayor, la escala mundial de generación de residuos sólidos ha alcanzado proporciones preocupantes. El mundo genera más de 2.000 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos al año, y se prevé que esta cifra [Por favor inicie sesión o regístrese para ver este enlace] .
La mayor parte de este aumento procederá de los países en desarrollo, donde los problemas se ven agravados por la falta de servicios fiables de recolección y la limitada separación en origen de los tipos de residuos. Muchos de estos países siguen dependiendo de vertederos no gestionados y de basurales a cielo abierto que representan un peligro para la salud pública y aceleran el cambio climático. En América Latina y el Caribe, por ejemplo, [Por favor inicie sesión o regístrese para ver este enlace] -un tercio de todos los residuos urbanos- acaban cada día en vertederos.
Mientras tanto, la proliferación de residuos plásticos -botellas, bolsas, envases de todo tipo- es responsable de la mayor parte de los desechos que se encuentran en ríos y océanos, causando graves riesgos para la vida marina y los medios de subsistencia costeros. [Por favor inicie sesión o regístrese para ver este enlace] , los residuos plásticos matan cada año a más de un millón de aves marinas, así como a más de 100.000 mamíferos marinos.
El lado positivo es que es un problema que tiene solución. A diferencia de otros retos complejos relacionados con el clima y el desarrollo que requerirán grandes innovaciones y avances tecnológicos, ya existen métodos escalables para frenar la contaminación generada por los residuos y las emisiones de metano. Estas soluciones permiten la recuperación de energía y un enfoque “circular” de la producción y el consumo que hace hincapié en la reutilización, el reciclaje y la regeneración para minimizar el impacto medioambiental. Además, prometen oportunidades de trabajo y empresariales inclusivas para mejorar las condiciones de vida de comunidades enteras.
Esta lógica circular empieza con la modernización del proceso de recolección de residuos, aumentando el alcance y la escala del reciclaje para recuperar materiales como plásticos, vidrio y metales, y residuos orgánicos para el compostaje y el valor energético. De este modo se reduce el volumen de residuos enviados a los vertederos y se generan nuevas fuentes de ingresos para los municipios y las empresas de gestión de residuos, que pueden ayudar a compensar el coste de la modernización de los procesos.
Un ejemplo es la construcción de la mayor planta de reciclaje mecanizado de América Latina en el estado de Pernambuco, en la región nordeste de Brasil, con capacidad para procesar unas 2.000 toneladas de residuos al día. Esta iniciativa contó con el apoyo de la Corporación Financiera Internacional (IFC según la sigla en inglés, es el brazo del sector privado del Banco Mundial) mediante la emisión [Por favor inicie sesión o regístrese para ver este enlace] . De hecho, IFC ha venido adoptando un enfoque integral de este tipo en muchos otros países, como [Por favor inicie sesión o regístrese para ver este enlace] y [Por favor inicie sesión o regístrese para ver este enlace] , implicándose en toda la cadena de valor de la gestión sostenible de residuos.
Legislación vital
Por supuesto, existen retos que limitan la adopción generalizada de prácticas sostenibles de gestión de residuos. Las normativas que apoyan y hacen cumplir la recolección, el reciclado, la recuperación de energía y la eliminación de residuos son vitales. Las llamadas “normativas de responsabilidad ampliada”, traducidas en legislaciones, como la [Por favor inicie sesión o regístrese para ver este enlace] , responsabilizan a los productores y fabricantes de recoger los residuos que generan -como los envases de plástico- y reutilizarlos o reciclarlos, en lugar de enviarlos a los vertederos.
Y al igual que ocurre con otros servicios de infraestructuras esenciales como la electricidad y el agua, es necesario garantizar que los hogares, las empresas y los municipios paguen por gestionar los residuos que generan. La capacidad de pago suele ser un obstáculo en los países y comunidades de renta baja. Se necesitarán enfoques de financiación público-privada, con condiciones favorables, y modelos empresariales que extraigan valor de los residuos. Por ejemplo, las empresas del sector ya están aprovechando el mercado de créditos de carbono, que ofrecen incentivos financieros para invertir y ampliar sus operaciones.
Aún queda mucho por hacer: a pesar de todos los efectos positivos derivados de la reducción del metano, estos esfuerzos [Por favor inicie sesión o regístrese para ver este enlace] actual. Iniciativas específicas como la plataforma [Por favor inicie sesión o regístrese para ver este enlace] de IFC -que ofrece a empresas y municipios soluciones de inversión y asesoramiento que aceleran el enfoque de valorización de los residuos- tratan de cerrar las brechas y concienciar sobre las posibilidades.
Solucionar el problema mundial de los residuos es completamente factible. Pero debemos unirnos -sectores público y privado, gobiernos, reguladores, inversores, instituciones internacionales de desarrollo, activistas climáticos y sociedad civil- para elevar el diálogo, estimular la acción y así desencadenar más inversiones. Si lo conseguimos, tendremos muchas más posibilidades de hacer realidad el sueño de un futuro más limpio, ecológico y saludable.
Nuru Lama (*) Nuru Lama es responsable global de Residuos y Circularidad de la Corporación Financiera Internacional del Grupo Banco Mundial
Corporación Financiera Internacional
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Esta tribuna puede reproducirse libremente citando a sus autores y a EFEverde.
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